Llevo todo el día escuchando el Hell Awaits en bucle mirando por la ventana de mi habitación esperando la aparición de nubes negras, lluvia de meteoritos y volcanes en erupción. Parece que los mayas se están empezando a retrasar, de manera que voy a aprovechar el tiempo que nos queda para hacer esa lista que no le gusta a nadie hacer pero que todo el mundo hace. Y antes de que preguntéis, no, no se trata de la lista de la compra.
Os presento a los diez discos que más me han gustado este año de todos los que he escuchado, que para ser sinceros no han sido muchos. Musicalmente este 2012 me ha servido, ante todo, para volver a reconciliarme con los clásicos que tenía un poco abandonados. Nada sienta mejor que un buen disco de Deep Purple o Iron Maiden, para qué nos vamos a engañar. Pero sea como sea ha habido novedades suficientemente interesantes como para merecer un hueco en mi discografía personal.
Here we go!
10. Crippled Black Phoenix - (Mankind) The Crafty Ape
Crippled Black Phoenix llevan varios años siendo algo más que un supergrupo. Liderados por Justin Greaves, su propuesta siempre me ha parecido merecedora de más elogios que la de muchos grupos de post rock inmerecidamente encumbrados. En (Mankind) The Crafty Ape los ingleses siguen ahondando en ese sonido tan cercano a la épica de Pink Floyd, capaces de crear un mundo de sensaciones y emociones con la sencillez de un artesano curtido en su oficio. Crippled Black Phoenix vuelven a demostrar que, en esto de la música, menos siempre es más.
9. Hour of 13 - 333
El disco de Doom que más me ha gustado este año, simplemente. Cada nuevo lanzamiento de Hour of 13 debería ser motivo de júbilo para los amantes de un estilo que, aunque pueda parecer lo contrario, no está pasando por sus mejores tiempos. Clase, maestría y mucho buen gusto en un disco que recoge lo mejor del True Doom ochentero, una lección de metal lento y oscuro que no va a revolucionar el género, pero que va a dar a sus seguidores un motivo por el que sentirse orgullosos de seguir creyendo en él.
8. Witchcraft - Legend
Poco más se puede añadir a lo que dije en su momento. Magnus Pelander vuelve para demostrar quién es el Rey de la función, con un disco que es pura elegancia desde la portada hasta el último tema. Witchcraft se modernizan en un momento en el que parece que mirar atrás es el camino, y lo mejor de todo es que la jugada les ha salido perfecta ya que Legend es su disco más personal hasta la fecha.
7. High On Fire - De Vermis Mysteriis
Debo admitir que me ha costado varios meses cogerle el punto al disco de Matt Pike y compañía. Viniendo de su álbum menos duro y más influenciado por el Heavy Metal, esta vuelta a los inicios me cogió por sorpresa. Pero, con las sucesivas escuchas, he acabado por entender el disco y su sonido, y ahora me parece digno del resto de la discografía de estos maestros. Seguramente se trate de su trabajo más duro, en el que son capaces de mezclar sus plúmbeos riffs marca de la casa con el frenetismo de los mejores Slayer. Una obra de pura fuerza y poder.
6. Unsane - Wreck
Unsane son, entre muchas otras cosas, uno de los grupos más infravalorados de los noventa. Auténticos estandartes del post hardcore, los de Nueva York siempre ha estado apartados del foco que ha iluminado a sus paisanos Helmet. Con Wreck han vuelto para dar un puñetazo sobre la mesa y demostrar que los años no les han pasado factura: siguen manteniendo intacta su mala leche. Y, en los tiempos que corren, a muchos les vendría bien una buena dosis de Noise rabioso e incendiario.
5. Messhuggah - Koloss
Cuatro años después de su última arma de destrucción masiva, Messhuggah nos traen el que en mi opinión es su mejor disco. El más equilibrado y adictivo, pero demostrando que no han perdido de vista la capacidad para crear estructuras enrevesadas y riffs machaca cuellos. Messhuggah siguen siento los maestros de un arte que solo ello logran dominar: el de la brutalidad, sin límites y sin contemplación hacia el oyente. Un disco solo apto para aquellos que osen adentrarse en el corazón de la bestia.
4. Blut Aus Nord - Cosmosophy
Blut Aus Nord han tardado más de lo anunciado inicialmente en terminar su trilogía 777, pero los que disfrutamos con sus dos primeras partes sabíamos que el margen de error de Vindsval era prácticamente nulo y la espera merecería la pena. Cosmosophy es el punto y final de una obra que desde este mismo instante se sitúa entre lo mejor que nos ha dado el metal de vanguardia en toda su historia. Dejando de lado el Black como forma, pero no com fondo, el genio francés ha creado un disco de una belleza abismal en el que cada nota nos conduce hacía la oscuridad, hacía un negro tan perfecto como esta trilogía.
3. Eagle Twin - The Feather Tipped The Serpent's Scale
Entramos en el Top3 de la mano del grupo formado por Gentry Densley y Tyler Smith, dos nombres que a partir de ahora los seguidores de los sonidos lentos y agónicos vamos a tener que reverenciar. Definir la música de Eagle Twin es harto complicado, puesto que pocos grupos son capaces de abarcar la gama de sonidos y sensaciones que los de Utah nos muestran en su segundo disco. Que nadie os engañe, hay mucho más de rock progresivo en éste álbum de lo que pueda parecer en un principio, demostrando que Doom, Sludge y demás etiquetas no sirven de nada cuando nos encontramos delante de algo tan grande.
2. Ahab - The Giant
No soy seguidor del Funeral Doom, género en el que se enmarcaban los dos discos anteriores de Ahab, por lo cual el lanzamiento de The Giant no me llamó el interés hasta que descubrí que se trataba de un disco conceptual basado en una obra por la que siento absoluta pasión: La narración de Arthur Gordon Pym, la única novela de Poe.
Entiendo que muchos seguidores de Ahab se hayan sentido decepcionados por The Giant, pero en mi opinión se trata de una obra de una belleza colosal que se aleja del Funeral Doom para adentrarse en tierras más post metaleras, en las que el grupo alemán consigue que sintamos el frío y la vastedad del antártico como si estuviéramos perdidos en medio de esa desolación de cegadora blancura. Cuando la música consigue transportarnos a lo desconocido debemos arrodillarnos ante su majestuosidad.
1. Om - Advaitic Songs
En un género como el drone resulta difícil evolucionar, pues sus patrones están claramente definidos y salirse de ellos requiere mucho talento. Con su nuevo disco, Al Cisneros nos ha enseñado que su límite creativo aun no se vislumbra en el horizonte, creando una obra en la que Om han adquirido muchos más matices. El bajo sigue siendo el protagonista de la función, pero la muralla de distorsión tántrica que planteaban discos como God Is Good o Pilgrimage ha dejado paso a la aparición de instrumentos como el cello o el violín, dando a la música de Om una riqueza de la que hasta ahora no contaba.
Si este año ha habido un disco para perderse y desconectar del mundo que nos rodea, ese es Advaitic Songs.
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