sábado, 20 de enero de 2018

Mk III - La evolución del sonido Purple: Stormbringer (Coverdale/Hughes)

/msgrock

Hoy vengo a reivindicar una etapa en especial de unos músicos, un disco, una banda eterna como fue, es y siempre será Deep Purple; los británicos fueron pioneros, crearon un estilo.
Y aunque siempre serán recordados por su etapa más conocida con Ian Gillan y Roger Glover al frente de las voces y al bajo respectivamente, yo vengo a reforzar mi énfasis por su tercera etapa con hasta aquella época dos casi desconocidos como eran David Coverdale a la voz y Glenn Hughes al bajo y a la voz.

En esta review no me centraré en la historia que dio origen al denominado Mk III como tal, podéis buscar infinidad de información sobre ello en cualquier lugar de internet, hoy hablaré sobre lo que para mí supuso uno de los mayores cambios de estilo y sonido de la banda a mediados de los 70.


Cualquier asiduo de este blog sabrá de sobras la admiración que proceso a Glenn Hughes, al que como muchas veces he insistido, a mi parecer es el mejor cantante de la historia del Rock. The Voice se ha ganado su apodo a base de inconmensurables trabajos musicales a lo largo de más de 40 años de carrera, y pese al parón que sufrió el mismo entre finales de los 70 y a lo largo de los 80, volvió para no solo reforzarse en mi teoría sino alcanzar un nuevo nivel de excelencia con proyectos tantos propios como ajenos que han ido desde el Rock, hasta el Heavy más pesado, pasando por el Soul, R&B o el Funk.

No quiero explayarme demasiado en Hughes ya que tengo pensado, como se merece, dedicarle una entrada propia en no demasiado tiempo. Hablemos ahora del otro músico que entró a formar parte de Purple allá por el año 73, David Coverdale y que  pese al artículo que escribí hace tiempo sobre la que fue su banda Whitesnake y de la que si sois fans o acérrimos del músico os recomiendo que leáis; creo que se merece una explicación más consecuente durante esa época.
Pese a que este Stormbringer no fue el primer álbum de la banda con su nueva formación, hoy quiero focalizar mi atención y mis palabras sobre su siguiente disco y el que como es sabido fue el último con Ritchie Blackmore en sus filas.


Con Stormbringer, Deep Purple cambiaron radicalmente de estilo sobretodo si hablamos del formato estudio, ya que en directo normalmente solo solían interpretar temas que iban más en concordancia con su etapa anterior y que los encumbro en trabajos como In Rock, Fireball y sobretodo Machine Head.

Para empezar la dupla de voces que formaban Coverdale y Hughes fue algo que desde mi recuerdo no se había hecho antes, al menos con tanta maestría. El tono grave y rasado de David junto a las harmonías vocales y los agudos de Hughes formaban una combinación perfecta, y que sobradamente puede apreciarse con énfasis en este disco.
Junto a ellos los músicos clásicos, genios que marcaron una época como Ritchie Blackmore a la guitarra, Jon Lord a los teclados y Ian Paice a la batería.

Desde el primer instante se puede apreciar el cambio de estilo musical que no solo proporcionaron los dos nuevos integrantes de la banda, sino la adaptación del resto para dejar solo un poco atrás ese Rock clásico pero con clara presencia psicodélica y progresiva, para dar paso a composiciones en parte más pausadas, y con tintes de Funk, R&B y Blues.

 
Quizá Stormbringer, el tema que con el que se da inicio al disco no sea el mayor ejemplo de este cambio, pero si deja entrever los diferentes matices que la banda había adquirido. Simplemente os diré que tanto este tema como Lady Double Dealer eran únicamente los temas de este trabajo que la banda solía incluir en los setlist en sus shows.

Si queremos ver ejemplos de esta nueva faceta de la banda solo tenemos que escuchar Love Don’t Mean A Thing, con ese riff tan suave y sinuoso de Blackmore, y que decir de las harmonías vocales y los intercambios en la faceta de voz principal entre Coverdale y Hughes, simplemente insuperables.

Un medio tiempo como Holy Man, en el que Glenn Hughes toma la batuta de la voz, y en la que se puede percibir el aire de R&B, junto a la magnífica interpretación de Lord y ese solo suave y delicado que poco o nada tiene que ver con el Blackmore de años anteriores.


Hold On es otra muestra de la versatilidad vocal de la dupla, o Lady Double Dealer en la que como he mencionado antes recuerda mucho más a esa etapa psicodélica, un tema más rápido y directo que el resto del álbum en sí, pero sin duda magnifica, y llevaba  hasta el infinito en directo; para muestra de la misma, el directo Made in Europe, 5 temas y 45 minutos de duración.

Otro ejemplo de esta colaboración a la voces es You Can’t Do It Right, en la que Lord destaca por encima de todos con el Hammond junto a uno de los riffs más puramente funkys que Blackmore ha compuesto en toda su carrera.
Pero para ejemplo de tema funk, tenemos que irnos a uno de mis temas preferidos del disco y que en cierta manera no puede sonar menos a Deep Purple; High Ball Shooter, con Blackmore dando esos arreglos con Slide, pero sin duda este es el tema de Jon Lord por excelencia en el disco, la guitarra pasa a un segundo plano y su Hammond lo envuelve todo.

Para cerrar el álbum The Gipsy, otro medio tiempo y en el que las voces de Hughes y Covedale se cohesionan para dar paso a una melodía que a mí me deja sin palabras. Pero como último colofón para esta obra maestra tenemos la única balada de la misma, y quizá la canción más bella que Purple han compuesto Soldier of Fortune, siendo Coverdale el frontman único y que años más tarde rescataría para Whitesnake en formato puramente acústico.
 

Quizá todas las alabanzas que escrito sobre este Stormbringer no hayan sido suficientes, podría seguir y seguir y encontraría la manera de enumerar los cientos de pequeños matices de cada una de las composiciones, de los detalles que convierten a este álbum en algo histórico.

Simplemente os diré que pese a no ser la formación clásica, pese a alejarse de lo que en esencia la banda es y por lo que se la recuerda, este disco es mi álbum predilecto de toda su discografía.
 


viernes, 12 de enero de 2018

Top 10 de 2017



Pese a la nula actividad del blog en el 2017 os traigo mi Top 10 de discos, lo primero que quiero hacer es pedir perdón a la gente que sigue o seguía este blog y su falta de actividad; este no es un trabajo, es algo que me apasiona, pero en ocasiones eso no es suficiente.
Siento mucho lo ocurrido y espero poder volver a una actividad más regular en este 2018, muchas gracias a todos y espero que os guste mi selección.


 10. Mastodon - Emperor Of Sand


El 2017 nos trajo otro nuevo disco de los de Atlanta, superior desde mi punto de vista a sus dos anteriores trabajos, acercándose de nuevo a ese toque progresivo que los caracterizo en discos magníficos como Crack The Skye o Blood Mountain, y pese a que este Emperor of Sand no es tan brillante, sí que vuelve un poco a la esencia con la que la banda se encumbró.

De nuevo las tareas vocales corren a cargo de tres de los componentes como son Brann Dailor a la batería, Brent Hinds a la guitarra y Troy Sanders al bajo.
No hace falta dar demasiados detalles, Mastodon son ya sobradamente conocidos, y en parte pese a tener trabajos de menos calidad son ese tipo de grupo que nunca decepciona.

Algunos temas que destacan son Roots Remain con un Brent Hinds inconmensurable a la guitarra, el single Show Yourself un tema rápido y directo que casi podríamos decir que tiene toques al típico tema pop que sirve de entrada para cualquier nuevo oyente de la banda, junto a Steambreather o Precious Stones.

En definitiva, un buen disco, que no os engañe este número 10 en la lista, simplemente creo que hay discos que son de bandas menos asentadas y que de alguna manera me han sorprendido más.


9. The Flying Eyes - Burning Of The Season


El primer disco de la lista de Psicodelic Blues-Rock y no será el último. He de reconocer que tenía perdidos de vista a los americanos, y es que han pasado 4 años dese su último trabajo discográfico como fue Lowlands.

Bebiendo de raíces muy antiguas, la banda sigue sorprendiendo a personas que como yo creía que en géneros como este ya nada nuevo podía dar de sí, pero me alegro de estar equivocado.

Este es un disco que se debe escuchar detenidamente y sin pausas de principio a fin, y es que cada uno de los temas forma una cadena perfecta de calidad musical irreprochable. Y es por esto que se me hace difícil recomendar algún tema por encima de otro, creo que todos y cada uno de ellos son necesarios, desde medios tiempos como Circle of Stone a canciones más cortas y directas como Come Round dominada por ese magnífico Slide. Mención también para el tema lento por excelencia del disco como es Rest Easy que te atrapa con esa maravillosa melodía y que es un claro ejemplo de la psicodelia y los coros de voces que están tan presentes a lo largo de la obra.


8. Argus - From Fields Of Fire
 


En este puesto #8 tenemos la primera sorpresa de la lista, gracias a un buen amigo por descubrirme esta magnífica banda que trae bajo el brazo un puñetazo en la cara de Epic Heavy Metal.

Todos y cada uno de los elementos que se le pide a un buen grupo de Heavy Metal está presente en este From Fields of Fire, una contundente base rítmica formada por bajo y batería, una voz poderosa y potente acompañada como no puede ser de otra manera por una pareja de guitarras que destilen infinidad de riffs que hace que no puedas parar de escuchar cada una de las canciones que forman este disco.

Y no solo eso, también tenemos una buena ración de solos doblados, e intercambio de los mismos entre los dos guitarras de la banda Jason Mucio y Dave Watson, algo que viene ya desde lejos gracias a un grupo “algo” conocido como fue Judas Priest de la mano de la mejor dupla formada por Tipton/Downing.

Lo dicho, un magnifico álbum de Heavy Metal de los que por desgracia ya no quedan, al menos si hablamos de bandas relativamente nuevas o con pocos años de carrera; no necesito dar más argumentos, disfrutad del disco y de temas como Devils of Your Time, As a Thousand Thieves o You Are The Curse.


 7. Richie Kotzen - Salting Earth


Richie Kotzen no podía faltar en esta lista, y es que pese a que su último trabajo de su otra banda The Winery Dogs me dejo algo frío, no me entendías mal, es un buen disco, con temas excelentes, pero mirado desde un punto de vista de una obra completa me pareció más flojo que su debut o que los trabajos del guitarrista en solitario, que para mí siguen estando a otro nivel.

Lo primero que hace falta decir es que este disco está compuesto e interpretado íntegramente por Kotzen, como el mismo dijo, se puso a escribir los temas para este Salting Earth y cuando se dio cuenta ya tenía grabados todos y cada uno de los mismos. Y este no es un ejemplo aislado, ya que con anterioridad discos como 24 hours también utilizo la misma fórmula, y es que se le debe dar el mérito que representa; no hay muchos músicos que sean capaces de cantar y a la vez dominar instrumentos como la guitarra, batería, bajo y teclado.

Ya lo he dicho en otras ocasiones pero lo repito por si no quedo suficientemente claro, para mí Richie Kotzen es uno de los mejores músicos de los últimos 15-20 años sino el mejor; la calidad de sus composiciones, su dominio y rango vocal, su maestría y feelin con la guitarra son magníficos. Tiene ese “algo” difícil de explicar por muchas palabras que puedas llegar a utilizar, simplemente es especial, y no le guardo más que mi más grandioso respeto y agradecimiento por lo que me ha hecho sentir cada vez que escucho su música.

Vamos con el disco como tal, si bien este Salting Earth visto desde un conjunto no resulte tan brillante como sus predecesores 24 Hours o Cannibals, sigue habiendo tanta calidad y sentimiento en sus composiciones que deben ser explicadas con detenimiento.

Con 10 temas y una duración de apenas 40 minutos es un disco que se hace corto y directo, canciones explicitas y con ese toque más rockero como Thunder, medios tiempos como I’ve Got You o My Rock en el que el teclado es pieza principal del mismo.
This is Life de la que ya pudimos disfrutar hace meses, una balada por excelencia, en la que la voz de Richie lo acapara todo junto a los magníficos coros.

Aunque especial mención para Make It Easy, en el que la versión más Funk del músico sale a escena y que recuerda a trabajos más antiguos del artista como Mother Head’s Family Reunion. Junto a ella dos temas muy diferentes en parte y a la vez especiales como Meds, con un ritmo marcado por un contundente bajo junto a la cálida y melosa voz del músico y esos pequeños ápices de guitarra que resguardan a la canción. Y la segunda, Cannon Ball; pese a lo que parece un batería pregrabada, resurge un teclado con una melodía maravillosa y una voz con tonos más rasgados. El tema más diferente del disco y sin duda mi preferido.

Como podéis ver este disco tiene de todo medios tiempos, temas rockeros, funk, baladas; una combinación casi imposible, solo al alcance de alguien como Richie Kotzen, lo dicho, un excelente trabajo como ya nos tiene acostumbrados, algo que merece la pena escuchar una vez tras otra.


6. KXM - Scatterbrain


Otro que parece estar anclado a esta lista es George Lynch, un guitarrista único y diferente que parece que todo lo que toca se convierte es digno de escuchar.
Esta superbanda formada junto al propio Lynch por Dug Pinnick al bajo y la voz, y Ray Luzier a la batería. Ya en el debut de la banda en 2014 me pareció un gran trabajo, acercando a Lynch a un sonido más duro y progresivo que en sus otros múltiples proyectos.

Pero este Scatterbrain ha subido un escalafón, las composiciones son más diferenciales, el sonido se ha vuelto aún más complejo, en definitiva un paso adelante. Y debe de habérselo parecido a otros muchos también ya que la banda está trabajando en su sucesor para este mismo 2018.
Su música sigue fundamentándose en los riffs imposibles de Lynch, la poderosa batería de Ray y la peculiar voz de Dug. Un claro ejemplo es Breakout, con esos cambios de tono, los coros acordes y un ritmo frenético que da paso a un solo demoledor.

Un claro ejemplo de esa faceta más progresiva la encontramos en Calypso, que empieza solo con una simple voz para pasar a un ritmo de batería arrollador y de vuelta a la calma con un riff pegadizo a la vez que estridente, un tema con muchos cambios, muchas facetas, una auténtica joya.
Medios tiempos asombrosos como Not a single Word, o una de mis preferidas como Noises in The Sky son igualmente destacables.

It’s Never Enough con unos compases iniciales casi funk, para dar paso a una serie de poderosos riffs de puro rock, junto a otra de las claves de todo este álbum, el magnífico trabajo coral de los tres músicos.
Tampoco podemos obviar el tema con el que inicia el disco y que da nombre al mismo, una locura llamada Scatterbrain que no te deja descansar ni un instante.

Un trabajo que he colocado en el puesto #6 pero que bien podría estar el primero; sigo encontrado matices cada vez que lo escucho  de nuevo y eso que hace ya tiempo que pase de largo las 100 escuchas. George Lynch tiene algo en su forma de tocar, de componer, algo que lo hace diferente y que con tan solo unos cuantos acordes seas capaz de reconocerlo, y por desgracia creo que ha sido menospreciado durante toda su carrera. Hay mucho más después de que finalizara su etapa en Dokken, desde principios de los 90 para mí se encumbro con Lynch Mob junto a sus trabajos en solitario y con Kxm solo hace que mejorar una carrera estratosférica.


 5. Rufus Black - Rise Up


Posiblemente este puesto #5 lo ocupa la mayor sorpresa y el mayor descubrimiento que he hecho este año. Si bien no me explayaré en dar detalles de la banda y el disco en sí mismo, si os puedo decir que es de escucha innegablemente obligatoria.

Con una mezcla de Rock, R&B, Soul y Blues este no suele ser un genero que suela traer en mis reviews, no por falta de interés en el mismo, me apasiona este tipo de música pero nunca consigo encontrar una banda que de verdad resalte sobre el resto o que pueda aportar algo a un género con más de medio siglo de historia.

Con temas que recuerdan en esencia al mismo James Brown, cortes con reminiscencias de la primera época de Bad Company, esta banda se ha ganado un lugar en mi corazón.

Mencionaré obras maestras como Shut Up, Make a Move, It’s Your Thing, Still Haven’t Seen You Cry mi predilecta. Un blues clásico pero con mucha clase como Cant’s Feel My Face o Whiskey Town , con una progresión magnífica.
De verdad, escuchar este disco, disfrutad con cada uno de los temas como yo lo he hecho durante todo el 2017 en adelante.


4. Black Country Communion - BBCIV


Hace falta decir algo de esta banda, Glenn Hughes, el mejor vocalista de la historia “The Voice Of Rock”, Joe Bonamassa, uno de los músicos que devolvió el blues al panorama actual, Jason Bonham o Derek Sherinian.

La banda decidió reunirse para el 2017 y editar un trabajo inconmensurable, después de la disolución de la misma en 2013 debido a los compromisos de los músicos que la formaban con sus carreras en solitario, Black Country Communion ha vuelto y lo ha hecho para editar el mejor trabajo de su carrera desde mi punto de vista, quizá solo comparable en parte con su debut, pero este BBC IV suena aún más compacto, las composiciones más pulidas y con la batuta en la mano de Hughes no podía salir nada que no fuera simplemente excelente.

Glenn Hughes, ese incombustible músico que con sus 66 años deja a cualquier otro vocalista de su misma edad por los suelos. Todos los temas del álbum están cantados por Hughes exceptuando la maravillosa The Last Song For My Resting Place que desde un primer momento puede intuirse la mano de Bonamassa en su composición. Un tema que recuerda al que para mí fue el último gran trabajo del bluesman, The Ballad of John Henry.

Este disco es la clara demostración de que puede hacerse Rock, con tintes clásicos y que te sorprenda a cada instante con la calidad y la variedad de todas las composiciones.
Mencionar unos cuantos temas no sería suficiente, ni tampoco justo. Es una obra maestra y como tal debe disfrutarse de principio a fin.

Collide con ese riff poderoso, Over My Head como medio-tiempo en el que Hughes se mueve como pez en el agua. Cortes como Sway o Love Remains que tanto recuerda a Zeppelin y no es para menos con el hijo de uno de los miembros de la banda entre sus filas. La psicodelia de Awake o el tema con el que se pone fin al disco When The Morning Comes, una canción larga, que explora todos los estilos y matices que la banda puede ofrecer y que es "tan" Hughes, con su incomparable voz. O The Cove, mí preferida, un tema lento que va en progresión y en el que destaca por encima de todo y de todos The Voice Of Rock, hace que me estremezca cada vez que la escucho.


 3. Simo - Rise & Shine


El tercer puesto en esta lista en para Simo, que repite en 2017, ya en 2016 con su Let Love Show The Way consiguió la medalla de plata al mejor disco del año. Pues bien con este Rise & Shine mejoran todo lo anterior y se colocan un paso por encima de todo, es increíble que un power trio con a priori temas tan sencillos pero a la vez tan complejos pueda hacer que tu cabeza estalle.

La psicodelia sigue estando presente pero pasa a primera fila, realmente se me hace muy difícil evaluar este disco con calificativos o palabras, hoy está en el puesto #3 pero dentro de unos años y con perspectiva puede que lo considere el mejor, sé que se convertirá en un clásico de los discos de mi vida.

Queréis ejemplos de la magnificencia de este trabajo, hay infinidad, cortes como Return, Meditation mi predilecta y con uno de los mejores solos que he escuchado en toda mi vida. 

Shine recuerda a una época pasada, a los 70, quizá a los 60, ese sonido tan característico pero tan inexplicable. La locura de la psicodelia en estado puro con la instrumental The Climb. Un tema como The Light con solo una guitarra acústica y la voz de J.D Simo simplemente preciosa. O el corte que da conclusión al disco, I Pray,  13 minutos de constantes cambios, con Jam incluida. Hace falta decir algo más sobre este disco o esta banda; si queréis más detalles solo tenéis que leer la review de su anterior disco en el Top 10 de 2016, ahí ensalzo cada una de sus virtudes, solo tenéis que multiplicar por 100 esos comentarios y os aproximareis a lo para mi representa este Rise & Shine.


 2. Living Colour - Shade


Puesto #2, seamos claros, podría ser perfectamente el mejor disco del año según mi criterio, únicamente que al #1 le tengo un cariño y le doy un valor añadido que ninguno de los anteriores tiene.

Living Colour han vuelto, quizá la primera y sin duda la mejor banda de Funk Rock Metal de la historia. Después de que sus dos últimos trabajos me dejaran un regusto amargo, vuelven 8 años más tarde con una joya bajo el brazo. Esta siempre ha sido y siempre será una de las bandas más importantes de mi vida, lo que supuso Vivid,  Time’s Up o Stain es imposible de explicar.

Una banda diferente y única en su género, este Shade rememora lo que hizo que la banda fueran literalmente dioses para mí en los 90. La maestría y el sonido único de un guitarrista como Vernon Reid, o la enorme voz de Corey Glover me enamoró desde el primer instante en que escuche uno de sus temas. Acompañando a estos dos genios tenemos a los ya habituales Will Calhoun y Doug Wimbish a la batería y al bajo respectivamente.

Que decir de todos y cada uno de los temas que forman el álbum, bueno, empecemos por las covers del mismo, para empezar tenemos Preachin’ Blues de Robert Johson que si bien poco o nada tiene que ver con la original es un clásico desde la primera escucha.

Who Shot Ya? del rapero Notorius B.I.G, no me gusta este género, pero la banda es capaz de cambiarla lo suficiente como para que Corey no tenga que rapear, sino cantar de manera explícita, un tema reivindicativo que aunque quizá sea la parte más floja del disco merece mención igualmente.
Por último y en el apartado de covers tenemos Inner City Blues de un grandísimo músico como Marvin Gaye, mantiene la esencia de la original pero la dota de un nuevo sonido más funk y rockero con un riff que sobresale cuando la ocasión lo requiere.

Hablando de los temas propios del disco F.O.X (Freedom of Expresion) o Come On son muestras  de que el estilo de la banda ha vuelto a sus raíces funk rockeras de los 90, junto a los solos completamente irreverentes de Vernon.
Always Wrong representa un tema lento, en el que la voz de Corey sobresale, pero que a la vez tiene este toque progresivo que a la banda siempre la ha caracterizado.

Solo dos minutos y medio de Blak Out son necesarios para ver la ferocidad de la banda cuando mezcla instantes puramente funkys con riffs completamente oscuros y agresivos. Pattern in Time es otra buena muestra de la contundencia de su música.
Who’s That, con sección de viento entra en un nuevo mundo de posibilidades del cuarteto, esa trompeta estridente y los arreglos de teclado conforman algo diferente, algo magnifico y Vernon Reid solo consigue mejorarlo todo con su solo marciano junto a la base rítmica que proporciona la batería y el bajo.

No quiero dejarme temas en el tintero, pero también quiero que os llevéis alguna sorpresa cuando escuchéis el álbum íntegramente.

Para el final dejo mis dos temas predilectos y que hacen que con este trabajo se me erice la piel. Program es a este 2017 lo que represento Cult of Personality allá por 1989, un sonido puro Colour, con Corey y Vernon dominando cada instante del corte.

Por último tenemos la canción con la que se cierra este perfecto Shade, Two Sides;  el tema quizá más diferente de la banda en toda su carrera y seguramente uno de los mejores, con más feelin, para ello Vernon Reid deja a un lado su sonido de guitarra característico, por algo más limpio, más sutil y con un solo que solo hace que repetirse en mi cabeza una y otra vez; es precioso, es prefecto, es rock, es blues pero en el fondo es algo más.

Un álbum increíble, algo para el recuerdo, algo que me hace emocionarme como solo la música puede hacerlo, gracias Living Colour por hacer que gente como yo viva por y para la música.


1. Jonny Lang - Signs


El mejor disco del año, el disco más especial que he escuchado en mucho tiempo. Jonny Lang es un músico bastante desconocido, yo mismo lo descubrí gracias a una pequeña aparición en la película Blues Brothers 2000. En la época escuché sus discos, al menos los primeros, eran el clásico disco de Blues eléctrico que músicos como Stevie Ray Vaughan o Gary Moore dieron a conocer, no estaba mal, pero no era nada que sobresaliera, era otro buen guitarrista al que le faltaban ideas, su música debía evolucionar, pero era comprensible, tenía solo 16 años.

Con el tiempo le perdí la pista, pero hace unos años descubrí no sé cómo su disco Fight For My Soul, y me dejo sin palabras, su estilo había cambiado tanto, su voz se había vuelto aún más profunda y rasgada, si eso era posible, los matices de Blues clásico habían casi desaparecido, en su lugar una amalgama de estilos que iban desde el pop, Rock, R&B, Soul lo anexionaban todo.
Si bien el disco era predominantemente de muchos cortes lentos, medios tiempos, y baladas me enamoró al instante y cuando más lo escuchaba más me apasionaba pese a los comentarios  a mi alrededor.
Después de eso solo esperaba con ansias un nuevo trabajo del músico, pero parecía no llegar, fueron necesarios 4 años, pero al fin este Signs estaba ante mí.

No os voy a mentir, este es un disco complejo que requiere de muchas, muchas escuchas para ser capaz de apreciar cada uno de los detalles, de los matices que lo conforman. No es un disco para todo el mundo, si eres un clásico de un estilo o de mente un poco cerrada puede que te cueste, pero de verdad, no te des por vencido, dale una, dale muchas oportunidades. Estoy seguro que formara parte de los discos de tu vida; si, lo he dicho, quizá ha sido muy pronto, no hemos empezado a hablar de cada una de las canciones, pero os puedo decir que este trabajo es especial, es único, es diferente, y si, es uno de los mejores discos que he escuchado en mi vida, sin duda.

11 temas y 47 minutos de pura magia ante nosotros, el disco empieza con un tema semi-acústico Make It Move, voz y guitarra en mano Jonny Lang ya deja entrever la pasión que con su voz pone a la música, lo acompañan unos magníficos coros vocales, y justo al final, un corto, pero preciso solo de guitarra.

Snakes representa el primer tema eléctrico como tal, con un arranque lento, enseguida los instrumentos empiezan a juntarse, el sonido avanza y se convierte en una melodía pegadiza que te empuja a seguir.

Last Man Standing, el quizá el tema más puramente rockero del álbum, un riff contundente deja paso a pequeños y sugerentes solos en los que Jonny demuestra el feelin que acapara.

What You’re Made Of es un tema de difícil explicación, con toques funky’s y con la línea del bajo predominando sobre el resto.

Tanto en Bitter End como en Stronger Together aparece la esencia más popera del músico, pero no por ello menos sorprendente, puede que sean temas sencillos, cortos y pegadizos, pero dejan entrever algo, algo diferente.

Into de Light, es simplemente Richie Kotzen, su sonido, su esencia, funk y rock mezclados, con un sonido de guitarra arrollador pero delicado y suave cuando se necesita, magnífica.

Brick Me Back Home y Singing Songs representan la faceta del músico más enfocada a las baladas puras, quizá sean los temas menos destacables del disco, pero no dejan de ser preciosos.

Wisdom es la canción más diferencial de todas, unos pequeños golpes del pie para marcar el ritmo y una guitarra distorsionada acompaña a la voz de Jonny, de repente entra la batería y el bajo y como colofón un solo de pura rabia, distorsión, y crudeza.

Pero lo mejor lo dejo para el final, Signs, tema que da título al disco y que es una mezcla de un Blues, de Rock, de todo; la voz de Jonny Lang suena más rasgada que nunca, sus tonos agudos que dejan sin habla, esos riffs que acompañan sinuosamente a su voz, pequeños ápices de excelencia, y ante nosotros el mejor solo del disco, magia a las 6 cuerdas, es simplemente desgarrador, es perfecta, inconmensurable.

Este es el mejor disco de 2017, es uno de los mejores discos que he escuchado o que escucharé en toda mi vida, Jonny Lang es especial, ha conseguido que de la nada me deje sin palabras.

Gracias a todos y espero que os haya gustado mi Top 10 de 2017, la música es mi vida y espero que también pueda llegar a serlo para vosotros.

Let The Music Be Your Master…