Oscuros, tristes, amargos... Dadles los adjetivos que queráis, todos sabemos a que nos referimos. Se trata de esos discos que son nuestra única compañía en momentos de depresión absoluta. Los únicos en los que conseguimos sentirnos identificados... Como si ellos nos entendieran, como si sus creadores se pusieran en contacto con nosotros para ponernos una mano en el hombro y decirnos que saben por lo que estamos pasando. Y esa es sin duda una de las muchas virtudes que hacen de la música un arte indispensable: la capacidad de conectarnos los unos con los otros bajo los sentimientos más primarios. Y, en mi opinión, no hay sentimiento más verdadero que la tristeza. La oscuridad del alma ha dado lugar a las obras más poderosas que servidor haya podido escuchar.
A continuación os dejo los cinco discos más oscuros que he tenido el placer (o la desgracia) de escuchar:
Nine Inch Nails - The Downward Spiral
Empezamos con el disco que ha suscitado esta entrada. Una obra magna a la que no puedo parar de volver una y otra vez por una razón muy sencilla: su extrema sinceridad, que se ve reflejada en cada uno de los segundos de las catorce canciones que componen el disco. Una autentica espiral de locura, violencia y nihilismo. El descenso a los abismos más certero y brutal que he escuchado jamás. Digan lo que digan Nine Inch Nails nunca podrán superar esta obra, pues The Downward Spiral trasciende lo musical. Dicen que el alma es lo que hay cuando te arrancas la piel. El alma es la carne y el hueso, y este disco es el alma de Trent Reznor.
Neurosis - Through Silver In Blood
Neurosis son la calma y la tormenta. Son todo lo que hay antes y después del Apocalipsis. Sus composiciones son como entes atemporales cuya tribalidad nos recuerda de donde venimos, pero también a donde nos dirigimos inexorablemente: a nuestro fin. Through Silver In Blood es su mejor disco, el más desgarrador y épico. En él la oscuridad alcanza un estatus divino, sus canciones imponen serenidad y respeto. Y en los clímax es donde Neurosis dan lo mejor de si mismos para llevarnos al campo de batalla del fin del mundo. Un lugar en el que todo parece indicar que no hay salvación posible. La oscuridad infinita nos martillea las sienes y nos retuerce por dentro.
Winter - Into Darkness
Recuerdo este disco como una de las experiencias que más me han marcado en mi aprendizaje musical. Se trata de uno de los primeros discos de Doom/Death que escuché en mi vida, pero en su momento, desconociendo totalmente el grupo y mirando la portada, pensaba me esperaba un disco de black metal. Es lo que tiene ser un inculto. Lo que me encontré al escucharlo fue algo indescriptible, algo que los osos panda ni siquiera sueñan en poder conseguir. Más allá de su calidad intrínseca cuando uno escucha Into Darkness tiene la sensación de estar delante de algo maldito que debería estar prohibido. Me descubrí a mi mismo temblando por si alguien me encontraba escuchando este disco. Pues cuando lo oyes sientes que el averno llama a tu puerta y una especie de tentación sexual por lo oscuro recorre tu mente. Y luchas con todas tus fuerzas para no caer. Pero no lo consigues.
Alice In Chains - MTV Unplugged
Reconozco que con Alice In Chains no puedo ser imparcial y que cada vez que hago una lista tengo la tentación de intentar hacerlos entrar de la manera que sea. Pero creo que esta vez la aparición está justificada. Ese no-estilo que es el grunge es, ante todo, un tratado sobre la oscuridad y el grupo liderado por Jerry Cantrell es junto a Nirvana el que más ha ahondado en el tema. Con este disco acústico en directo Alice In Chains consiguieron encontrar ese punto justo en el que la oscuridad se convierte en belleza, en reflexión y en melancolía. Y ver a Layne con esas gafas de sol, cantando como solo él puede cantar, es ver a un ángel caído. En cierta manera su destino ya estaba marcado a sangre y sus interpretaciones no eran más que un aviso: a vosotros también os llegará la hora.
Pink Floyd - Animals
Mi disco preferido de mi grupo preferido. Toda una oda a la mala leche y una explosión de bilis de la mano de Waters, con las que en mi opinión son las mejores letras que ha escrito en su carrera. Una obra atemporal de oscuridad combativa, una bala para la revolución tan necesaria en estos días. Perros, cerdos, ovejas. La lucha entre los dos únicos bandos posibles: los que están a favor de la humanidad y los que están en contra. Una portada en la que perderse, con ese paisaje industrial que los ingleses enseguida intuyeron como el verdadero infierno en la tierra. Puro azufre, sin estridencias, con elegancia y maestría. Colosal.
Que os sea leve.
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