miércoles, 22 de febrero de 2012

Pain Of Salvation + Cryptex (21-02-2012) Razzmatazz 2



/yurik

Y el gran día llegó.
Para el que escribe estas lineas Pain Of Salvation es uno de los grupos más importantes de su vida. Con ellos he descubierto muchas cosas, buenas y malas, dulces y amargas, sobre la vida. Con ellos he llorado y he disfrutado. He recordado y he añorado. Pero por encima de todo me he emocionado con el poder de su música, la de una de las formaciones más importantes de la historia del rock progresivo, liderada por ese genio llamado Daniel Gildenlöw, que nada tiene que envidiar a artistas tan laureados como Steven Wilson o Mikael Akerfeldt.
Hace pocos meses habíamos tenido la oportunidad de escuchar (la mayoría de nosotros por primera vez) a Pain Of Salvation en directo como teloneros de Opeth, en un concierto espectacular por parte de los dos grupos. Sin embargo la actuación de Gildenlöw y compañía no fue más que un anticipo de lo que nos esperaba ayer en Razzmatazz.


Los encargados de abrir la noche fueron los seres cuya foto encabeza estas lineas. Se llaman Cryptex, provienen de tierras alemanas y son más raros que un perro verde. Pero molan.
Su música es una mezcla rara entre rock progressivo y folk que a veces recuerda a Jethro Tull y a veces a una canción de alguna peli de Disney. Y aunque parezca raro no lo estoy diciendo como crítica. En directo sonaron muy frescos y divertidos y supieron jugar con el publico para entretenerlo y prepararlo para el plato fuerte de la noche, y este creo que debe ser el cometido de todo telonero. Como pega diría que el sonido no fue nada bueno, sobretodo en las primeras canciones. Me sorprendieron gratamente y queda ver que tal se comportan en disco (la cual cosa descubriré en breves) para ver si realmente son un grupo al que seguir la pista.


Y llegaron Pain Of Salvation.
Toda la sala estaba impaciente y los primeros acordes de Softly She Cries, de su último disco, desataron la locura. El temor por el sonido enseguida se disipó, pues sonaron perfectos desde el primer momento. Continuaron con Ashes, uno de sus grandes himnos. Saltando del presente al pasado como si nada, demostrando que tienen una trayectoria impecable. Tras estos dos primeros temas cerraron la presentación con Linoleum, que suena en directo más poderosa que nunca.

Tras unas palabras de Gildenlöw, que resulta ser un tío super majo y que se sabe ganar al publico, se pusieron manos a la obra con tres temas más tranquilos, todos pertenecientes a su ultimo y magistral álbum Road Salt Two. The Deeper Cut nos embriago con esa melancolía marca de la casa mientras que To The Shoreline no hizo creer que nos encontrábamos dentro de un western. Pero fue con 1979 que Pain Of Salvation alcanzaron uno de los puntos álgidos de la noche, con toda la sala entregada coreando uno de los temas más bellos que el grupo haya compuesto jamás.

Luego volvieron a fijar la vista en el pasado con temas de discos anteriores a los Road Salt. Fue el caso de Chain Sling y Ending Theme pertenecientes a Remedy Lane y a The Perfect Element, el tema que cierra el disco del mismo nombre. Diez minutos de puro rock progresivo. Para entonces Pain Of Salvation ya se habían ganado a toda la sala con su poder técnico y su entrega, de manera que nos regalaron un tema tranquilo y acústico titulado Healing Now (otra vez de su nuevo disco, repleto de joyas) en la que Gildenlöw y el nuevo guitarrista demostraron que siempre hay calma después de la tormenta.

Y le tocó el turno a la mathrockiana Stress en representación en solitario del disco de debut del grupo, canción que sufrió un fallo técnico (no se oía la guitarra) que Gildenlöw solucionó de manera divertida jugando otra vez con el publico y haciendo bromas sobre el posible fin del mundo profetizado por los mayas.
El concierto se cerró antes de los bises con dos temas esenciales de su disco Scarsick: Kingdom Of Loss (De la que Lou Reed y Metallica podrían aprender un poco en lo que a Spoken word se refiere) y la emocionante Enter Rain. En medio de las dos tocaron uno de los temas más potentes de Road Salt One, No Way.

Si antes de los bises ya teníamos claro la magnitud del concierto que habíamos presenciado estos no hicieron más que confirmarlo con dos temas que sonaron majestuosos. Primero le tocó el turno a The Physics Of Gridlock, una canción que si debo ser sincero no me parecía gran cosa en disco pero que en directo me ganó para la causa, sobretodo por la labor vocal de Gildenlöw y por el solo de guitarra. Pero, por difícil que pueda parecer, lo mejor aún estaba por llegar, con el que para un servidor se ha convertido en el mejor tema de Pain Of Salvation: Sisters. Nada que yo haya oído nunca en directo se puede comparar con la belleza e intensidad que se desprendía durante cada segundo de canción. A mi lado una señora rompió a llorar desconsoladamente ante la interpretación de Gildenlöw, que creo que debería ser considerado como uno de los mejores cantantes del mundo, no solo por su capacidad técnica, sino por la amalgama de sentimientos que es capaz de transmitir... simplemente impresionante.

Pain Of Salvation llevan dos años demostrando que se encuentran compositivamente en estado de gracia. El cambio de estilo que han llevado a cabo con los dos Road Salt era peligroso pero han salido victoriosos, demostrando que nada puede con ellos y que sus límites aún no se vislumbran en el horizonte. Y a muchos nos quedaba la duda de saber que tal eran estos chicos en directo, y lo que presenciamos ayer nos dejó claro que son más grandes que la vida.

En una semana en la que los míticos padres del Heavy metal han anunciado la cancelación de su gira tras semanas de debates, mentiras y celos ayer salí del concierto pensando: "Que le den a Black Sabbath". Me quedo con el aquí y el ahora. Me quedo con Pain Of Salvation.

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